Cómo Steve Jobs aprendió a adoptar el fracaso y salvó a Apple
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- Jaime Verduzco
En los primeros días de Apple, Steve Jobs era bien conocido por su intenso perfeccionismo. Apple pasó casi tres años desarrollando la computadora Macintosh original, ya que los trabajos exigían la aprobación final de cada detalle. Esta búsqueda de lo que él percibió como perfección lo llevó infamemente a disparar empleados talentosos sin dudarlo por no conformarse con su estética de diseño, y a desechar proyectos casi terminados que no cumplieron con sus estándares de elegancia.
Si bien es cierto que su atención al detalle y un impulso implacable llevaron a la compañía a crear algunos de los productos tecnológicos más hermosos (y mejores) que el mundo haya visto, su estilo de liderazgo era menos que admirable al principio y tuvo efectos adversos en los que trabajan en la empresa. Finalmente, el comportamiento de Jobs y una lucha de poder interna sobre los desacuerdos sobre las filosofías entre él y el CEO, John Sculley, llevaron a su expulsión de la compañía. A los ojos de Jobs, este evento fue devastador.
La vida de los trabajos después de Apple y la importancia de su regreso
Jobs vio su expulsión de Apple como un increíble fracaso personal. Había sido expulsado de la compañía que había trabajado tan duro para convertirse en una marca reconocible. Antes de regresar a Apple en 1997, Jobs se encontró a continuación y giró a Pixar en su propia entidad después de comprar la división animada de Lucas Films.
Para cuando regresó a Apple, Jobs había aprendido la importancia de templar su obsesión con el control, y fue mucho mejor para empoderar a sus empleados talentosos para hacer lo que mejor hacen. Sin lugar a dudas, este cambio en el estilo de su parte es un factor contribuyente muy significativo en el regreso de Apple al centro de atención después de sufrir algunos contratiempos importantes durante su ausencia de la compañía.
Una vez que regresó, lideró el cargo en el nuevo sistema operativo de Apple, que redefinió cómo funcionan las computadoras personales, el iPod, que revolucionó por completo la industria de la música y el iPhone, que ha sido igualmente importante en la evolución de los dispositivos tecnológicos personales.
Lo que podemos aprender de los trabajos y su fracaso temprano
Aunque Steve Jobs ya no está con nosotros, realmente cambió el mundo con los productos que ayudó a dar forma, y las lecciones que impartió en el camino. Como emprendedor, Jobs nos enseñó que es un desafío que un líder sea exitoso si son demasiado imprudentes o inquebrantables en su forma de pensar.
Este intenso impulso para la perfección a menudo conduce al fracaso de las compañías de tecnología jóvenes, que debería centrarse mucho más en serio en la validación de sus ofertas de productos principales, en lugar de perfeccionarlas directamente. Los líderes deben correr riesgos en el camino, presionando los resultados que desean ver en los negocios y al mismo tiempo aceptan que habrá fallas a veces.
En el caso de los trabajos, no permitió que su fracaso inicial en Apple definiera su vida. Luego aprendió de sus experiencias, creó más negocios y eventualmente regresó para ayudar a que Apple sea genial nuevamente. Abrazar su fracaso le dio la motivación para avanzar más.
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