Descripción general de la ciudad resistente y principios de diseño urbano
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- Enrique Ceja
La resiliencia se refiere a equipar a las ciudades para enfrentar choques y tensiones futuras del cambio climático y las fuentes de aceite y combustible agotadas, y lo hagan a través de crisis.
La definición del término 'resistente' significa poseer la fuerza interna y la resolución. Por lo tanto, una ciudad resistente tiene en cuenta la forma apropiada y la infraestructura física para estar más preparados para los desafíos físicos, sociales y económicos que conlleva el agotamiento de combustibles basados en carbono y cambio climático.
Pero, ¿podemos realmente aumentar la resiliencia de nuestras ciudades hasta el punto en que las hemos "a prueba de futuro"? Cualquier historiador o politólogo creíble tal vez argumentaría que tal idea era una tontería, que el mundo es demasiado complejo y la cantidad de posibles escenarios futuros para cualquier ciudad demasiado vasta para imaginar razonablemente que la noción de a prueba de futuro era algo más que hipérbole. Y, sin embargo, si la noción de a prueba de futuro se considera un proceso continuo, en lugar de un resultado final definitivo, entonces tal vez la noción tenga más sustancia.
Los actos de prueba futura pueden no conducir a una "prueba" completa, pero las acciones involucradas podrían reducir los posibles golpes e impactos futuros, y así llevarnos al círculo completo al concepto de resiliencia más robusto, pero tal vez menos resonante,.
11 Principios de diseño urbano resistente
Planeando cumplir de manera efectiva las condiciones y las realidades de un mundo posterior a la carbono, el mundo responsable del clima requerirá un cambio en nuestra comprensión actual de lo que constituye un buen diseño y planificación urbana. Muchas de las prácticas que ahora damos por sentado, como la planificación de ciudades en torno al transporte de automóviles y la zonificación para usos individuales, ya no serán económica, ambientalmente o culturalmente viable. Para abordar los cambios en el diseño y la planificación urbana, se pueden aplicar los siguientes principios para la planificación y el diseño urbano resiliente en un contexto de construcción post-carbono que responde al clima.
Bajo los 11 principios de diseño urbano resistente, las ciudades y vecindarios resistentes:
- Adoptar la densidad, la diversidad y la combinación de usos, usuarios, tipos de construcción y espacios públicos.
- Priorice la caminata como el modo de viaje preferido y como un componente definitorio de una calidad de vida saludable.
- Desarrollarse de una manera que sea de apoyo en tránsito.
- Enfoque la energía y los recursos en la conservación, mejora y creación de lugares fuertes y vibrantes, que son un componente significativo de la estructura del vecindario y de la identidad de la comunidad.
- Proporcionar las necesidades de la vida diaria, a poca distancia (un radio de 500 m).
- Conservar y mejorar la salud de los sistemas naturales (incluido el clima) y las áreas de importancia ambiental, y gestionar los impactos del cambio climático.
- Mejore la efectividad, eficiencia y seguridad de sus sistemas y procesos técnicos e industriales, incluida su fabricación, transporte, comunicaciones y infraestructura de construcción y sistemas para aumentar su eficiencia energética y reducir su huella ambiental.
- Crecerá y producirá los recursos que necesitan, muy cerca (radio de 200 kilómetros).
- Requerirá la participación activa de los miembros de la comunidad, a todas las escalas en los planes de desarrollo.
- Plan y diseño para la redundancia y la durabilidad de su vida de seguridad y sistemas de infraestructura crítica. La planificación y el diseño de estos sistemas apuntarán a los niveles de redundancia y durabilidad que sean acorde con el aumento del estrés ambiental, social y económico asociado con los impactos del cambio climático y el petróleo pico.
- Desarrollar tipos de edificios y formas urbanas con costos de servicio reducidos y huellas ambientales reducidas.